Salimos de las últimas casas del pueblo ascendiendo hacia las antiguas eras, desde allí obtenemos una clara y completa panorámica del conjunto urbano. Seguimos subiendo hasta llegar al camino de Valdemolinos, que nos conduce, senda entre robles, a los cañones del río Malo que, encajado en la pizarra, busca su desembocadura en el río Esla. Al otro lado aparecen, en la lejanía, las primeras casas de Videmala.
Giramos a la izquierda para adentrarnos en el valle del Arroyo del Lugar que recorreremos a media ladera, dando más perspectiva a dicho valle. Abajo, los molinos descansan del agotador trabajo de años y años en las orillas del arroyo entre fresnos y árboles de ribera. De vuelta al pueblo, a nuestra derecha, podemos localizar en algunos de los huertos, los ingeniosos sistemas de regadío utilizados hasta no hace mucho, al otro lado de la carretera apenas quedan restos de la antigua mina.
Giramos a la izquierda para adentrarnos en el valle del Arroyo del Lugar que recorreremos a media ladera, dando más perspectiva a dicho valle. Abajo, los molinos descansan del agotador trabajo de años y años en las orillas del arroyo entre fresnos y árboles de ribera. De vuelta al pueblo, a nuestra derecha, podemos localizar en algunos de los huertos, los ingeniosos sistemas de regadío utilizados hasta no hace mucho, al otro lado de la carretera apenas quedan restos de la antigua mina.