Íntimamente unido al embalse, y hacia él nos dirigimos atravesando el centro del pueblo, entre fuentes y casas de piedra, compitiendo en gallardía con otras de más reciente labor. Tras pasar por la moderna playa fluvial, ascendemos, entre jaras, hasta la Fuente de los Perones. Prados y cortinas escoltan el estrecho arroyo. Más adelante, nos sorprende el murmullo del agua cayendo en las cascadas de Cadozos, a escasos metros del embalse.
De vuelta ya al pueblo, observamos una de las construcciones más interesante de esta zona: los chozos de pastor, pequeñas construcciones hechas al abrigo de la roca y cubiertas con lajas de piedra en un equilibrio imposible. Al final, nos espera la iglesia parroquial, dedicada a Santa Eulalia, antes, entre tejados, avistamos la grácil silueta de su espadaña.
De vuelta ya al pueblo, observamos una de las construcciones más interesante de esta zona: los chozos de pastor, pequeñas construcciones hechas al abrigo de la roca y cubiertas con lajas de piedra en un equilibrio imposible. Al final, nos espera la iglesia parroquial, dedicada a Santa Eulalia, antes, entre tejados, avistamos la grácil silueta de su espadaña.