Entre huertos, manchas de alcornoques y rocas, nos vamos acercando hacia el embalse que, poco a poco se va haciendo más patente. Desde un pequeño mirador natural observamos la presa, construida en los años 30 del siglo XX.
Seguimos nuestro camino hacia la ermita, entre peñas y la pobre vegetación que se agarra al suelo desesperadamente. En la ermita descansa la efigie del Cristo de San Esteban, de los siglos XII-XIII. El castro de la Edad del Hierro, fue romanizado más tarde y abandonado, al fin, a su suerte. A escasos metros, desde el mirador de la Casa de la Mora se alza desafiante el puente nuevo, que comunica las dos orillas del Esla. Seguimos ascendiendo hasta llegar a la Laguna Nueva. Súbitamente desaparece el granito, dando paso a la pizarra. Más adelante encontramos la Laguna de las Barreras, cantera de alfareros/as durante siglos. Cerca ya al final, pasada la iglesia parroquial, se construirá próximamente el Museo de la Alfarería de Muelas.
Seguimos nuestro camino hacia la ermita, entre peñas y la pobre vegetación que se agarra al suelo desesperadamente. En la ermita descansa la efigie del Cristo de San Esteban, de los siglos XII-XIII. El castro de la Edad del Hierro, fue romanizado más tarde y abandonado, al fin, a su suerte. A escasos metros, desde el mirador de la Casa de la Mora se alza desafiante el puente nuevo, que comunica las dos orillas del Esla. Seguimos ascendiendo hasta llegar a la Laguna Nueva. Súbitamente desaparece el granito, dando paso a la pizarra. Más adelante encontramos la Laguna de las Barreras, cantera de alfareros/as durante siglos. Cerca ya al final, pasada la iglesia parroquial, se construirá próximamente el Museo de la Alfarería de Muelas.